El síndrome del impostor, fue identificado por primera vez en 1978 y afecta a hombres y mujeres. Se aplicaría a cualquier persona que no sea capaz de asimilar sus éxitos y puede llegar a causar estrés, ansiedad, baja autoestima, vergüenza y, en algunos casos, incluso depresión.
Hubo quien encontró hasta 5 subgrupos en los que categorizar a quienes podían sentirlo:
- La Perfeccionista
- La supermujer o el supermán
- La genio natural
- La solista
- La experta
Pero, ¿qué puedes hacer para mitigar los efectos negativos del síndrome?. De los últimos directos con alguna coach, de ejecutivos o transpersonal, mentoras de emprendedoras, psicólogas … hemos sacado algunas conclusiones genéricas que debemos tener en cuenta a la hora de afrontarlo:
1️⃣ Reconoce los sentimientos impostores cuando surjan. combátelos.
2️⃣ Recodifica tus programas mentales.
3️⃣ Habla sobre tus sentimientos.
4️⃣ Busca apoyo cercano y profesional.
5️⃣ Considera el contexto. La mayoría de las personas tenemos momentos, experiencias u ocasiones en las que no nos sentimos 100% seguros y la duda puede ser una reacción normal.
6️⃣ Replantea el fracaso como una oportunidad de aprendizaje.
Recuerda que tienes derecho a cometer pequeños errores ocasionalmente y aprende a perdonarte a ti mismo. No olvides premiarte también por hacer bien las cosas importantes. Esto último no siempre sucede. Flagelarte #noesdeguapas aunque a veces sintamos esos miedos sociales, a hablar en público, grabar un vídeo, lanzarnos a las stories, enseñar algo más de nuestra vida de lo esperado, a contar casos de éxito o lo bien que nos va… El miedo paraliza. Y todo se trabaja, se fomenta y se mejora. Pero no te encierres. ¡M U É S T R A T E!